¡La Competencia!
Eclesiastés 4:4 Y he visto que todo trabajo y toda {obra} hábil que se hace, es {el resultado de} la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.
En todo emprendiendo nos espera un largo camino, nos vamos a enfrentar a muchas situaciones entre ellas a la llamada competencia que en muchas ocasiones nos pueden llevar a desenfocarnos o perder.
Competencia: es la condición en la cual diferentes agentes económicos que participan en un mercado aplican mejores estrategias de manera que puedan obtener un bien limitado y lograr minimizar sus costos, maximizar sus ganancias y mantenerse activas e innovadoras frente a otros agentes.
La competencia hasta cierto punto es buena, porque te motiva a elevar tus estándares de calidad, para convivir con ella de una manera sana tenemos que ser creativos e innovadores, hasta donde tengamos alcance... hasta donde nos arrope la manta (como decimos en Panamá).
En mi opinión personal La competencia, no le gusta a nadie, pero es buena y necesaria, si no estás de acuerdo conmigo; piensa que hubiera sido de Coca-Cola sin Pepsi, Netflix sin Amazon, siempre va a haber alguien que te motive a mejorar sin caer en la mala ambición y celos; en este punto se manifestará la confusión te desviaras de los objetivos por intentar ser mejor que el otro y puedes caer en la imitación.
La competencia no puede llevar de desmejorar tu producto o servicio porque desde ese momento ya quedas fuera… no puedes querer alcázar a tu competidor igualando su precio o servicio si desmejoras tu calidad.
La competencia, a lo largo de la historia ha traído y traerá, sudor y lágrimas. Momentos crueles y despiadados donde la rivalidad entre las empresas implica el sabotaje, el engaño e incluso la quiebra.
Que tu empresa esté cimentada sobre la Roca, no quiere decir que no vas a enfrentar estos episodios, pero Dios promete guiarte, aconsejarte y respaldarte, en todo momento. Todos somos diferentes y cada uno complementa lo que no tiene el otro; lo que a ti te va a diferenciar de los demás es la manera de como haces tú trabajas o lleves a cabo tu negocio, la originalidad y los valores que trasmitas.
¡Lo que Dios te dijo que te iba a dar, te lo dará por encima de toda situación o competencia!
“Analiza a tus competidores y no repitas sus errores”
Entonces analizamos:
¿Quién es mi competencia? Y esta pregunta incluye cuántos competidores tengo.
Analiza los 5 más cercanos a ti
¿Cuál es el tamaño de la competencia y su fortaleza?
¿Cuál es su volumen de ventas? Aquí entran también sus campañas de promociones, precios y ofertas.
¿Cuál es la calidad del producto o servicio que ofrecen?
¿Cuáles son sus estrategias de marketing y ventas?
El análisis de la competencia es la forma de poner tus ideas frente al espejo y comprobar tus defectos y debilidades, así como tus fortalezas y oportunidades.
Cuando le pones tu proyecto, familia, negocio o emprendimiento a Dios en sus manos, recibes dirección, no haces las cosas por presión o porque vez que otros le va bien, donde vayas o lo que hagas lleva la bendición de ÉL. Cuando emprendas, asegúrate que no sea lo mismo que otro esté haciendo, tú vas a hacer bendecido donde Dios te pone, Él tiene una manera distinta de bendecirnos a cada uno, según nuestra necesidad talento y virtud.
Emprender significa también competir, no te puedes quedar estático tienes que buscar la manera de estar activo, dentro de la carrera, como dijo; Albert Einstein: "La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio debes seguir en movimiento".
¡Bendiciones emprendedoras!
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