¡Crece no importa tu entorno!




En el Camino a nuestro crecimiento personal estamos destinados a cambiar ciertos aspectos de nuestra vida.

“Emprender no es fácil menos cuando tienes muchas carencias y prejuicios, al menos eso pensé cuando por primera vez sentí las ganas de hacerlo, muchas interrogantes llegaron a mi cabeza (susurros)… no tengo apoyo económico, no puedo pagar un mentor, soy joven… en fin”. De niña recuerdo episodios de carencia, de restricciones, pero también a una mujer viuda luchadora que velaba por sus hijos y hacía lo posible por tener lo necesario para ellos, En un pueblo donde no había muchas opciones de distracción ni crecimiento, no era el mejor, tampoco el peor. Había que aprender a vivir con lo que se tenía sin contaminarse, cuando hablo de contaminarse no se trata de nada malo, sino de igualarse a nadie, ni ser mejor que nadie. Las carencias y restricción también forman carácter, ayudan al crecimiento personal, Nos enseñan a valorar las cosas y buscar eso que anhelamos con ímpetu, con esfuerzo sacrificio y trabajo duro.


Con este párrafo doy inicio en el libro “Mujer emprende sobre la Roca” entendiendo que desde nuestra infancia estamos destinados a cambiar, a evolucionar, y vamos a tener 2 opciones de hacer las cosas (bien o mal) pero sobre todo que vamos a ir creciendo conforme a nuestra vivencia.


Crecimiento: aumento gradual de algo, hasta alcanzar la madurez (desarrollo, aumento).


A menudo nuestro entorno tiene mucho que ver con el crecimiento personal, parte de lo que se vive en la infancia impacta la evolución de una persona, somos procesados por muchas circunstancias de (tiempo, lugar y modo) que regularmente dejan marcas en nuestras vidas, tanto positivas como negativas.


Con ellas vamos a ir creciendo, depende de nosotros que tanta importancia le demos, como evolucionamos a ellas y como vamos a ir moldeando esas situaciones que arrastramos de antes…


Bajo está parábola que me encontré leyendo el manual de la vida (la biblia) desarrollé este tema el cual lanzaré el inicio de mi libro:






Parábola del trigo y la cizaña mateo 13: 24-3



24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25, pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? 28 Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? 29 Él les dijo: No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y átala en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.


Crecimiento Personal: “Es la capacidad que tenemos como persona para aprender de nosotros mismos, dejando nuestra puerta abierta a nuevas experiencias, aunque resulten un gran desafío”; pero en ocasiones dejamos que nuestro entorno y vivencias anteriores nos encierren un mundo donde no corramos riegos, no aventuramos, no experimentos #Modo Seguro. Entrando así a la conocida y muy popular Zona de confort; territorio seguro en donde estamos cómodos, porque conoces el terreno, lo que hacemos, conoces perfectamente el manejo y no hay riesgo, no hay novedades, nada que perder o situaciones inesperadas e incomodidades que enfrentar. #nopasanada.


A medida que pasa el tiempo, también pasa la vida sin notarla, hasta que llegamos a un momento donde sentimos frustración; sentimos que no hemos hecho nada valioso para nuestra vida, notamos que hicimos siempre lo mismo. Llegando a lamentarnos por no haber intentado X o Y cosa y la sensación de no haber arriesgado más por obtener lo que no tenemos en el presente; que ahora pensamos que pudimos haber logrado… todo esto nos conlleva a buscar nuestro propósito de vida y crecer espiritualmente.


Crecimiento Espiritual: en este punto hablaré desde mi perspectiva. El ciclo del crecimiento personal normal es: nacemos crecemos y maduramos; en la fase de madurar entra el crecimiento espiritual ya somos (adolescente y adultos) somos responsables de lo que comeremos físicamente y espiritualmente, al ser bebe y niños; nuestros padres son responsables del alimento, al nacer nuestra principal fuente alimenticia es la leche materna, luego nos alimentamos en conocimientos en el colegio… al ser adultos debemos comer alimentos nutritivos y saludables … Así mismo pasa con el espíritu debe ser alimentado mediante la oración, La lectura bíblica, el ayuno y la comunión, son alimentos esenciales para el crecimiento y la madures espiritual de todo hijo de Dios. Realmente esta es la ruta voluntaria para llegar a la madurez espiritual, pero también podemos llegar después; de haber tendido un encuentro con el Señor… y es ahí donde inicia nuestra alimentación espiritual, por ende, crecimiento y madurez.


 Crece no importa donde estés: Tal como lo dice la parábola; sembraron buena semilla en el campo, pero alguien vino y le echo cizaña con el fin de dañar la siembra… Mira esto interesante cuando busco el significado de la palabra CIZAÑA desde el punto de vista de la siembra:



Planta de tallo ramoso, hojas estrechas, espigas anchas y planas cuyos granos contienen un principio tóxico.



Así mismo nos encontramos en la vida gente representada en cizaña, personas conflictivas que pretenden estropear nuestro crecimiento que no les interesa herir, calumniar y prestarse para ser tropiezos a otros. Es nuestra elección, si nos mezclamos con la cizaña o decidimos crecer sin importar nuestro entorno y ser una buena semilla. Aquí también vemos lo misericordioso que es Dios con el mundo porque a la buena semilla y la cizaña les cae la misma agua a la vez, para alimentarse y crece a pesar de todo… Pero es a la hora de la cosecha, que se ve quien es quien; quien sirve y quien no, si puedes ser alimento para otros o no, si puedes edificar a otros tan solo con tu ejemplo o no.



En conclusión: El que siembra la buena semilla es el hijo del hombre, el campo donde se siembra es el mundo (nuestro entorno), la buena semilla son los hijos del reino (tú y yo); la cizaña son los hijos del maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la siega es el fin del mundo y los segadores son los ángeles. Mateo 13:37-39



Es necesario cambiar ciertos aspectos de nuestra vida, de vez en cuando, NO radicalmente, pero si salir de la famosa zona de confort y atrevernos hacer cosas diferentes. Actualizarnos es como oxigenarnos, como sembrar nuevas semillas de oportunidades. Siempre tratando al máximo de hacer el bien, que las obras y acciones sean agradable a Dios.




Se sabe si es eres verdadero trigo porque al crecer entre la cizaña, tienes la capacidad de ser alimento para el alma y espíritu.



¡Arranca de raíz todo lo que no es de Dios!


¡Bendiciones mujeres!



#seproductiva



#buenasemilla



#mujerdefe
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