¿Cómo emprender sobre la roca?

Parte X del Libro

Más vale un poco con justicia que muchas ganancias injustas.

Proverbios 16: 8

Para muchas personas que tienen facilidad económica, ya sea porque son pudientes, han heredado un legado o dinero, el emprendimiento podría decirse que es diferente… Porque no pasan por ciertos procesos, de los cuales una persona con pocos recursos decide emprender. ¡No les voy a mentir!, el emprendimiento no es fácil, porque emprendiste NO lo vas a tener todo.

¿Pero qué pasa si emprendes sobre la roca? Honestamente es el mismo proceso del emprendimiento; la gran diferencia es que vas a ser Guiado por Dios.  Él te da resistencia, sabidurías y te sustentara cuando lo necesites “Pon en las manos de Dios todas tus cargas y Él te sustentara” Cuando inicias un emprendimiento y decides poner a Dios por delante, no quiere decir que no vas a pasar por necesidades, ni se te van a presentar problemas… es que vas a estar respaldado por Él. Todos los días te llegará tu porción necesaria para sustentar tu negocio. Tus necesidades personales serán cubiertas, por lo que Dios considere, que necesitas cubrir en un momento determinado. En muchas ocasiones en mi emprendimiento solo pude cubrir lo necesario, me tuve que limitar de comprar aquello que me gustaba, de viajar, de correr algún antojo… En fin, solo tenía para lo necesario y sé que la ayuda venía de Dios porque no contaba con ningún otro recurso donde yo estuviera segura de que me iba a generar un ingreso.

(punto #10 del Libro: Mujer emprende sobre la roca).

Hacer las cosas bien, con honestidad, seriedad, compromiso, perseverancias, Confianza, paciencia, trabajo duro, innovación y liderazgo, son algunas de las cualidades que todo emprendedor debe tener y poner en práctica para salir adelante con su idea negocio.

¿Pero cómo emprender un negocio responsable y agradable a Dios? 

 Estos puntos nos ayudarán a tener un norte de ese tipo de emprendiendo:

No pongas tu negocio por encima de Dios: Recuerda que tus habilidades y talentos fueron dados por Dios, sin contar que Él te dio la oportunidad de emprender esa idea a negocio. Por eso, ningún negocio, empresa u ocupación, deben tomar el lugar de Dios. Debes dedicarle tu tiempo y fuerza al Señor antes de cualquier cosa.

Tratarás con respeto y dignidad a tus colaboradores: La biblia dice que tenemos que tratar a todas las personas por igual. Como jefe o dueño de negocio debes siempre tratar a tus colaboradores con dignidad y respeto. Recuerda que eres testimonio del Señor delante de tus trabajadores, sean creyentes o no, de ellos depende tu funcionamiento, ya que realizan un trabajo en conjunto para que tu empresa crezca.

 Cumple con lo que te corresponde: con todos tus compromisos laborales y contratos, Tu palabra y tus promesas debes ser cumplidas en su totalidad, aun si eso representa una pérdida de dinero. Por encima del beneficio monetario, está el buen nombre y la reputación de tu negocio.  El rey Salomón decía “De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas, Y la buena fama más que la plata y el oro” proverbios 22:1

Calidad en lo que ofreces: Sea que ofrezcas un producto o servicio, debes demostrar excelencia en todo lo que haces, aunque tu negocio sea pequeño o estés iniciando el mismo. La calidad de tu trabajo, será determinante para el éxito de tu negocio. Recuerda que eres una extensión de Dios y el producto que vendes o el servicio que ofreces deben ser testimonios de ello.

Cuentas claras: Es importante mantener las cuentas claras con todos los involucrados en tu negocio(socios). Llevar un registro de todas las transacciones, ventas, bitácoras etc. Así mismo debes usarlos con tus colaboradores dejarles claro y por escrito sus funciones, obligaciones y beneficios. 

No harás negocios ilícitos: La biblia enseña que el premio y la recompensa llegan como consecuencia de haber “luchado legítimamente” Debes tener temor de Dios y nunca sacar ventaja de cualquier cosa que no sea legal. Conduce tu negocio con integridad y rectitud, sabiendo que Dios honra la justicia. #seuncompetidorleal.

 Eres testimonio: En todo momento debes exhibir el carácter de Cristo. Delante de tus colaboradores, clientes y proveedores eres un testimonio de Dios. En tu forma de tratar a las personas, en la manera de hablar, en la forma como resuelves conflictos y cuando estas bajo presión, no debes olvidar que eres un hijo de Dios, no dudes en aprovechar las oportunidades para predicar el evangelio y aconsejar a aquellos que lo necesitan.

Comparte tus ganancias: siempre es mejor dar que recibir, cuando compartes con los más necesitados, ofrendas, en otras ocasiones hay personas que diezman, reconocen que han sido bendecidos, más allá de lo que mereces, y que Dios es el autor de tu bendición. Compartir es un acto de fe, demuestra implícitamente que tiene la certeza de que Dios te ha bendecido y va a bendecir en el futuro. #buenasobras

"Así como inicias… terminas"

 ¡Bendiciones!

#emprendesobrelaroca

#emprende